Consejos

¡Me enamoré de mi terapeuta!

La frase «Me enamoré de mi terapeuta» es más común de lo que parece, pero realmente se trata de amor?  Típico: Lorena lleva un par de meses yendo a terapia con un psicólogo; al principio, todo iba bien, pero a menudo que avanzó la terapia, Lorena comenzó a sentirse en conflicto, a partir de que empezó a sentir que estaba enamorada de él.
Actualmente, Lorena arde en deseos de confesarle sus sentimientos a su terapeuta, pero lo único que la detiene es el temor a que la terapia se interrumpa.
Encima, Lorena siente que ha tenido progresos en su vida personal gracias a los consejos de su psicólogo y por ello se siente en una encrucijada. Él es bastante amable con ella, lo que se presta a otras interpretaciones en la ilusionada cabeza de Lore.
Me enamoré de mi terapeuta
Enamorada de tu terapeuta?

¿Qué hacer si me enamoré de mi terapeuta?

No estoy yo para decírtelo, pero de todos modos te lo voy a decir: lo que Lorena siente, en psicología se llama transferencia, debido a que está transfiriendo hacia su terapeuta todas sus expectativas de pareja ideal (o las expectativas generadas ante los vacíos en su relación con otras personas; el padre, por ejemplo).

Éste es un fenómeno muy común, así que si tú te encuentras algún día en esa situación, date un respiro y no te aceleres. Todos hemos pasado por esta especie de ilusión.
Frecuentemente, este tipo de fantasías con el terapeuta son resultado de algún vacío que no hemos logrado llenar en nuestra vida personal.
Analiza qué es lo que te atrae de tu terapeuta; yo podría apostar que en la primera sesión ni siquiera lo encontraste atractivo, sino que el interés por él fue creciendo conforme fueron desarrollándose las sesiones.
Esto también es muy frecuente, ya que el terapeuta es alguien que nos escucha, alguien a quien le confiamos nuestros temores, bloqueos e intimidades. En suma, de alguna manera está ocupando el papel que muchas personas esperamos de nuestra pareja ideal o de algún ser muy querido.
Sin embargo, toma en cuenta que a tu terapeuta le estás pagando por escucharte, así que no confundas su trabajo con la posibilidad de una relación.
Analiza bien qué es lo que buscas en tu terapia; muchos pacientes que se encuentran en tu situación optan por hablar con su terapeuta, y entre ambos llegan a una resolución.
Es muy posible que esto origine el fin de las sesiones con él, pero no te claves pensando que es el último terapista en este manicomio llamado planeta Tierra.
COMPARTE ESTE ARTÍCULO EN

No hay comentarios todavía